The Bear (“El Oso”)
de William Walton
(Una extravagancia en un acto sobre la obra homónima de Anton Chejov)
Festival Internacional de Santander (España)
Estrenada en la Noches Líricas de Hualle el 11 de agosto de 2022
La historia nos presenta a una viuda, Elena Popova, que aún se lamenta de la muerte de su marido sucedida unos meses antes. Un marido, por cierto, ni tan fiel ni tan maravilloso para merecer las lágrimas de su mujer.
Sin embargo, ella está dispuesta a hacer por él lo que él no hizo nunca por ella, es decir, serle fiel hasta su propia muerte. ¿Despecho? ¿Apariencias? ¿Capricho? Mientras tanto su mayordomo, Luka, insiste a su Señora de dar fin a su duelo y pasar a otra cosa.
La llegada inesperada de uno de los acreedores de su marido trastocará por completo la quejosa vida de esta mujer y la tranquila, por no decir aburrida, cotidianidad de la casa.
El enfrentamiento por el reclamo de una deuda va aumentando hasta tal punto que un impotente odio se instala desafiando cualquier intención pacifica de solucionar el conflicto. Finalmente la Sra. Popova fuera de sus casillas no se le ocurre mejor idea para resolver la contienda que retar a duelo al indómito Sr. Smirnov que a estas alturas se ha transformado en un depredador cual oso furibundo.
Así es como el “duelo” propuesto viene a reemplazar al otro duelo (el de la viuda), aflorando una confusión de sentimientos que abre el camino hacia la liberación.
En este sentido ambos, viuda y acreedor, actúan como espejo del otro pudiendo ver la miserable vida que cada uno lleva, llena de ataduras , apariencias y prejuicios. La deuda se convierte en el campo de batalla que trasciende el reclamo. Es decir, para éstos dos personajes la deuda se transforma en una deuda con ellos mismos: “deuda a sentir”, “deuda a volver a enamorarse”, “deuda a ser felices”,etc. Ya no se pelea por el dinero adeudado, se pelea por resistir a aquellos sentimientos que están aflorando y que ellos mismos temen.
Por tanto, los “duelos”, el de la viuda, y el propuesto para resolver la situación de la pelea, se neutralizan, dando paso a un “despertar” tanto de los sentimientos como de los cuerpo alienados.
Pero no solo los protagonistas participarán de este descubrimiento sino que el resto de los personajes también harán el mismo camino.